Desprogramar, desprogramarse

 

Desprogramarse de la fiesta democrática por la cual todes quieren ser bendecides. A esta altura decir: «organizate» no dice nada, preferible comprender a través del estudio, a los movimientos informales.

Pero cómo decirlo? todes quieren ser ciudadanas y abrazarse. O vamos a negar que ya están militando para el próximo gobierno que pueda hablar con E?

 

Militemos la abolición de la pasividad, la ciudadanía, la mediocridad, los partidos políticos, la orgánica y sus acuerdos de las organizaciones, la contaminación social que trata de envenenarnos, la sociabilidad.

No nos olvidemos que la democracia nos trajo hasta acá.

Todes citando a Comité Invisible/ tiqqun y lo único que pueden es abrazarse, ponerse glitter, cantar canciones.

Ojo! no confundan, una no quiere dirigir una carroza, una orga u lo que sea. No creo en eso, muchos menos en la representación.

 

Comité Invisible en su libro «La insurrección que viene» escriben:

 

«La esfera de la representación política se está cerrando. De izquierda a derecha, es la misma nada la que asume las poses de un experto o los aires de una virgen, los mismos jefes de góndola que intercambian sus discursos según los últimos hallazgos del departamento de comunicación. Quienes todavía votan dan la impresión de que no tienen otra intención que reventar las urnas a fuerza de votar por pura protesta. Uno empieza a adivinar que, de hecho, es contra el propio voto que se sigue votando. Nada de lo que aparece está remotamente a la altura de la situación. En su mismo silencio, la población parece infinitamente más adulta que todos los títeres que se disputan gobernarla. Cualquier chibani de Belleville es más sabio en sus palabras que cualquiera de nuestros supuestos dirigentes en todas sus declaraciones. La tapa de la olla social se cierra triplemente, mientras que en el interior la presión aumenta cada vez más. Desde Argentina, el espectro del ¡Que se vayan todos! empieza a acechar seriamente a los dirigentes.»

 

Los feminismos y disidencias en Argentina la crítica posible a Tiqqun es que son unxs blancxs, varones y nada más. Es tan banal como criticar el nihilismo diciendo que es «malo» o que el odio es «malo». Nos invita a pensar, criticar sobre la representación política, y que al fin y al cabo, «es la misma nada que asume las poses de un experto o los aires de una virgen».  Quieren ser buenos ciudadanos, tener los mismos valores que un juez. Es casi como cuando las empresas dicen que van a ser sustentables, en un mundo que el etnocidio es la primera política pública de los Estados Naz1onales. Han subestimado y sobrevalorado desde partidos políticos, empresarios hasta sentimientos, formas de organizarse, afectarse.

 

La ternura esta sobrevaloradísima como el capital y el odio-informalidad-impopularismo-soberbia-nihilismo-autodefensa-violenc14-soledad subestimadísimos. No se ha podido más que poses, no se ha podido cambiar la vida cotidiana del ¿cómo vivir juntas? pero mejor creerle a las masas, las mismas que creen que el fascismo es lo exterior. Lo mismo que el 55% voto al fascismo que más representaba, que no quiere decir que el otro fascismo no representaba sino que son «diferentes caras para el mismo espectáculo». ¿Cómo decirlo de otra forma? La Internacional Situacionista ha dicho sobre el mundo del arte, en ese entonces: «La sociedad sin clases ha encontrado a sus artistas». Una de las definiciones de la Política de Aristóteles es «La política es el arte de gobernar», ja. 

 


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